Tu página web será la primera impresión de tu trabajo y tu tarjeta de presentación, porque solo teniendo una visita o una compra satisfactoria es cómo los clientes tomaran la decisión de regresar, y mejor aún de recomendar el lugar.
Así los usuarios sienten cuando entran a un sitio web, entonces ¿Cómo lograr que tengan una magnifica impresión y se sientan en una página web efectiva, si tienes aproximadamente 8 segundos para poder captar su atención?
1 – Fija el objetivo: debes saber claramente qué quieres comunicar, a quién se lo quieres comunicar, cómo se lo quieres comunicar, porqué y para qué se lo quieren comunicar. Cuanto más clara seas con tus respuestas, más precisos serán tus resultados.
2 – Sé minimalista: porque no presentarle algo más simple y ordenado a tu cliente, cuando tienes “más” es “más” fácil que se distraiga a que cuando tiene menos y es justo lo que necesita. No lo abrumes con muchas imágenes, banners, montones de publicidad, etc.
3- Genera confianza: agregar testimonios en tu página web es de gran ayuda, por supuesto deben ser reales ya que hoy en día para los usuarios cuenta más lo que opinen otros sobre tus servicios que lo que tú puedas decir de tu propia marca.
También puede leer: Beneficio del blog en tu página web
4- Unifica: puede ser que no seas un experto en la materia pero basta con que establezcas algunos lineamientos tales como solo usar ciertos colores (que son los que te representan) o usar solamente dos tipografías distintas o el mismo tipo de imágenes, etc. un diseñador gráfico es de rana ayuda, cuenta también con un manual de identidad que te brindará todos estos puntos que logran que tu página web tenga una presentación correcta.
5- Cuida tus imágenes: nada como cuidar la estética de tu página web y menos dejarlas a un lado sabiendo que los contenidos con imágenes son más apreciables para tus usuarios, además, cumplen la función de permitir descansar al ojo durante la lectura. Por ejemplo, en una página de inicio, puedes aprovechar zonas que son menos vistas: arriba a la derecha y abajo a la izquierda, ya que generalmente la mirada sigue una trayectoria en zigzag que va de arriba a izquierda a abajo a la derecha.